Comprueban que estrés daña el ADN y nos expone a enfermedades

U. de Duke descubrió que estrés crónico reduce proteína que protege nuestros genes.

Uno de los síntomas visibles del estrés crónico es la aparición repentina de canas, un fenómeno que ha sido posible apreciar, por ejemplo, en el Presidente de EE.UU., Barack Obama, quien en sólo 30 meses cambió de una cabellera negra a una encanecida. Pero la ciencia ha probado que no sólo envejece prematuramente, sino que también produce cambios y mutaciones en nuestro ADN, lo que, a la larga, puede ocasionar cáncer. ¿Cómo?

Esa respuesta es la que acaba de responder un grupo de investigadores del Centro Médico de la U. de Duke, quienes descubrieron el mecanismo molecular a través del cual el estrés causa daño en el ADN y que podría explicar desde los cambios cosméticos que éste ocasiona en nuestro cuerpo -como las canas repentinas-, hasta la aparición de tumores.

La investigación indica que cuando un individuo está sometido a situaciones de estrés, su cerebro libera grandes cantidades de las hormonas adrenalina y noradrenalina, en su afán de prepararse para la lucha o huida que supone este estado.

Por ello y con el fin de simular la situación de estrés, los científicos administraron una molécula similar a la adrenalina a un grupo de ratones. Fue entonces que los expertos descubrieron que a mayor nivel de adrenalina, menor era la cantidad de la proteína p53, cuya función es proteger al organismo del cáncer y ser una especie de guardián del genoma. "Este hallazgo nos podría dar una explicación plausible de cómo el estrés crónico puede conducir a una variedad de condiciones humanas y trastornos, que van desde los meramente cosméticos, como el pelo canoso, a otros trastornos con peligro de muerte, como enfermedades malignas", dijo el autor del estudio Robert Lef-kowitz a la revista Nature, donde fue publicado el estudio.

Carlos Valenzuela, académico del Programa Genética Humana de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, explica que la proteína p53 realiza un trabajo de vigilia y corrección de los daños que se producen en el ADN de las células, actuando cada vez que ellas mutan. "Si hay una reducción de uno de los vigilantes y del que corrige el ADN, hay mutaciones que quedan sin control y que pueden hacer un cáncer, provocar problemas de memoria o destruir células", afirma.

Es lo que podría explicar la aparición de canas repentinas. El estrés produce, además de muerte celular, vasoconstricción, lo que genera menor irrigación a la zona del folículo piloso y la muerte de los melanocitos, células encargadas de dar color al cabello.

La genetista del Hospital Clínico Universidad de Chile, Silvia Castillo, explica que en el caso de los humanos, no todas las personas son afectadas de la misma manera por el estrés, ya que existen diferencias en la constitución genética de las personas, como en sus vivencias personales. Sin embargo, señala, sus efectos en el organismo se pueden dividir en dos grandes grupos: aquellos ocasionados por exceso de estímulos -como la hipertensión arterial o diabetes mellitus- o los que provienen de manifestaciones de contención sobrepasada, como dolores crónicos y enfermedades autoinmunes.

A eso se suman las úlceras pépticas, los trastornos cardiovasculares y el cáncer, según los investigadores de la U. de Duke, quienes indican que aunque el período de estrés intensivo haya terminado y el cerebro haya dejado de secretar sus hormonas, los altos niveles que ya fueron excretados igual generan efectos negativos en el largo plazo.

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