Las empresas se verían incluso beneficiadas con la idea porque al aumentar considerablemente el número de usuarios, se puede incorporar mayor publicidad y servicios especializados asociados. De este modo las empresas no tendrían por qué ver disminuidas sus ganancias, afirmó el académico.
Marín, que es PhD en Computer Science de la Universidad de Oxford, Inglaterra, expresó que un ejemplo de lo anterior, son las plataformas de redes sociales y correo electrónico -que son gratuitas para los usuarios- las que se mantienen con millonarias ganancias a partir de la numerosa publicidad que incorporan en sus espacios virtuales, que lo mismo podría ocurrir con las empresas.
Sostuvo que en julio de 2010, Finlandia se convirtió en el primer país en incluir en su legislación el acceso a banda ancha como un derecho constitucional de sus ciudadanos. De este modo, cada persona tiene derecho a acceder gratuitamente al menos a 1 Megabyte por segundo, a un precio accesible.
La idea, según Marín, es que se proporcione de forma gratuita, y en todo el país, un ancho de banda base de 1Mbps y que quienes deseen aumentarlo sean los que paguen por dicha ampliación de la velocidad.
Ello no sólo aumentará el acceso y número de usuarios, sino que además será de gran utilidad para aquellas zonas del país que, por diversas razones, no pueden explotar ni promocionar sus actividades turísticas, culturales y sociales. Aumentaría también este aspecto de la actividad económica gracias a las llamada Web social que permite mayor integración, detalló.
Sin embargo, y de acuerdo con el especialista, la idea igualmente debe analizarse de acuerdo a las características de cada país, ya que mientras en Europa la penetración de Internet es cercana al 90%, en países como China o India no supera el 13%.
Lo importante es que esta banda ancha gratuita sobre la base de 1Mbps que se propone, sea parte de una estrategia digital como política pública, dijo Marín.
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